A finales de marzo, empezada la cuarentena, yo me preguntaba, bueno y ahora qué? No puedo ir a trabajar, no puedo salir a hacer fotografía callejera y tengo la cámara que me quema las manos. Los amantes de este arte entenderéis perfectamente de lo que hablo.
Con una cuenta de Instagram "más triste que el silencio y más sola que la Luna" empiezas a venirte abajo. Hasta que un día me escribe un fotógrafo que sigo en IG y amablemente me pregunta si quiero participar en un reto fotográfico. Se trata de elegir una temática diaria, etiquetarla con #mifotocuarentena y subirla a nuestras cuentas. Una manera de motivar nuestra imaginación y desconectar del confinamiento.
El padre de esta gran idea es el fotógrafo Ecuatoriano Leonardo Condor que lo describe así:
"Cuando recibimos el tema del día, nos encontramos en un callejón aparentemente sin salida, no sabemos qué hacer con ese objeto. A medida que hacemos ese ejercicio con nosotros mismos y nos comemos la cabeza con un objeto, intentamos hacer algo y subirlo . A medida que pasa ese ejercicio que estamos haciendo con nosotros mismos, es brutal porque además al subir la foto, siempre vas a cotillear las fotos recientes subidas de los demás fotógrafos sobre el mismo tema y descubres que en un callejón que parecía sin salida, mira la cantidad de salidas que había."
Los participantes nos unimos en este confinamiento y somos retados a darlo todo y exprimir nuestras cámaras. El problema que nos ha llevado a esta cuarentena queda un lado, pues ya tenemos el reto de hoy y no hay tiempo para preocuparse por nada más.
Gracias Leo!